lunes, 29 de mayo de 2017

Usos mágicos con semillas

La más utilizada incluso por personas que no son conscientes de que están realizando un ritual mágico, es el arroz. El arroz, como todo cereal, ha supuesto la alimentación básica del ser humano. En un mundo donde la economía se basaba en intercambios, el alimento era la riqueza del ser humano. Por tanto, lanzar arroz a una pareja recién casada es una bendición milenaria donde se le deseaba prosperidad y fertilidad a la pareja. El arroz lleva consigo ese mensaje desde hace siglos y por tanto puede utilizarse con ese fin. Llevado como amuleto puede atraer la fertilidad. Lanzado al aire, atrae la lluvia porque la lluvia es signo de abundancia. No en vano, los amantes del h’oponopono repiten con frecuencia la palabra “llovizna” para atraer la abundancia. Colocado debajo de la cama trae hijos y en el monedero, trae dinero.

Las almendras, nueces, bellotas, avellanas y cualquier semilla que esté cubierta por una cáscara dura, puede utilizarse para rituales relacionados con las casas. Si deseas una casa a la que no tienes acceso, puedes simbolizarla en la semilla y llevarla contigo como amuleto hasta que esa casa deseada sea realmente tuya. También puedes proteger una casa cubriendo la semilla en sal o en alguna planta protectora o atraer algún tipo de energía a tu casa envolviéndola en plantas que simbolicen esa energía.

Las semillas que son muy pequeñas pero que contienen en sí mismas el poder de dar una gran planta, como por ejemplo, la semilla de los árboles, concentran dentro de sí, mucho poder femenino. Estas semillas son muy interesantes como amuleto para mujeres que necesitan un extra de poder femenino. Un ejemplo son las mujeres infértiles a las que alguien les ha dicho que lo son por no haber aceptado su rol femenino. En realidad no hay rol femenino que aceptar, se es mujer cuando un individuo decide serlo en algún momento de sus vidas y acuerda vivir con esa decisión para siempre.  Desde un punto de vista mágico, la infertilidad no es un castigo causado por no ser lo suficientemente femenina. Ni siquiera es un castigo. A veces puede ser un regalo sólo que no podemos verlo.

Ese poder femenino también es muy interesante cuando existe cualquier otro inconveniente provocado por el rol, por ejemplo en sociedades donde no está bien visto ser mujer, que, lamentablemente es en demasiadas.

Cosechas, buenos resultados, creatividad, frutos… todo lo que supone el premio merecido  a un trabajo constante puede ser simbolizado con semillas de plantas aromáticas cuando éste premio tarda en venir o cuando hay personas que obstaculizan el acceso a esos frutos merecidos. Un rito sencillo podría ser el de echar unas semillas en los propios zapatos.
Tenemos costumbre de regalar flores a nuestras Diosas, (vírgenes, santas de nuestra devoción, etc)  pero es especialmente bueno regalarles semillas. Con este acto reconocemos su poder femenino, su capacidad mágica, su vibración emocional, su área de acción.
Semillas y luna: si le preguntas a un labrador sobre la relación que existe entre las semillas y la luna te dirá que mucha. Según qué estados de la luna, las semillas ofrecen una mejor germinación. Mujer-semilla-luna es la gran alineación femenina. Trabajar con estos tres elementos (diosas, semillas y las fases de la luna) es de un poder femenino muy profundo. Esto no significa que tengamos que excluir la energía de lo masculino sino que el dominio de lo femenino nos conducirá hacia las áreas más femeninas recordando las energías con las que nuestras ancestras trabajaban: eran recolectoras, sanadoras, parteras, criadoras… y esa es la energía de la semilla.

Algunas ideas interesantes:

Agita un tarro de semillas de mostaza cuando necesites apertura de caminos.
Echa unas semillas de tomate en tus zapatos cuando necesites alcanzar tus objetivos
Coloca una semilla de pimienta en tu almohada si deseas recibir consejos a través de sueños. 
Lanza semillas al viento cuando necesites dinero rápido.
Lleva contigo una nuez moscada como amuleto universal

¡Ah! Se me olvidaba… la energía femenina no es exclusiva para las mujeres. Los hombres también pueden utilizarla.


Y regala semillas a la gente que quieras aunque  no crean en estas cosas e incluso aunque tú no creas en la magia de las plantas. El instinto del poseedor de las semillas será el de sembrarlas y necesitamos más plantas que asfalto en este planeta. 

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